miércoles, marzo 22, 2006

Estrategias Docentes, La Analogía

ESTRATEGIAS DOCENTES

La Analogía

Introducción:
Por ser un trabajo académico, considero que sería conveniente, antes de elaborar una Analogía para un caso cualquiera relacionado con la actividad docente de nuestra competencia, hacer una pequeña reflexión en cuanto a lo que considero, en lo personal, debería ser ésta estrategia de enseñanza y su implementación. Me atrevo a lo antes señalado en vista que estimo que la lectura dada como recurso para la realización de la presente tarea, toda vez que de ella se extrae y entiende perfectamente su contenido, me da la conocimiento necesario para ampliarla en la estructuración y sistematización para la puesta en practica en una forma más universal y eficiente.

Definición:
La Analogía no es más que una “Relación de semejanza entre cosas distintas”(RAE), entendiendo cosas en su sentido más lato, pueden ser cosas materiales –objetos-, como inmateriales –ideas, valores- o simplemente hechos.

Relación de semejanzas:
Esta relación de semejanza pudiera ser total para dos objetos distintos de un mismo genero, ejemplo: Dos vehículos Corsa 2005, en éste caso son cosas materialmente diferentes pero físicamente “análogas”, cuyas semejanzas son casi total, difieren solo en el No de sus placas, seriales y tal vez el color; pero las cosas distintas, de diversos generos, en principio, aunque aparentemente no presentan relaciones de semejanza, no poseen ausencia total de ellas, ejemplo: una roca y el mercurio, el uno es sólido con una dureza, forma y cristalización determinada, el otro está en estado líquido, por tal razón no tiene forma ni dureza, solo viscosidad, aunque pudiesen tener semejante composición molecular
De lo anterior podemos observar que entre dos objetos diferentes de un mismo genero, nunca habrá una identidad total en cuanto a la relación de semejanza, ni nunca podremos escindir completamente las cosas aunque sean de géneros diferentes, siempre podremos hallar una, aunque insignificante, relación de semejanza. En el segundo caso, la roca pudiera tener semejanzas en cuanto a su composición atómica con el mercurio pero podríamos relacionar o contraponer la dureza –en un extremo- de la roca, con la ausencia de ésta en el otro extremo –la viscosidad en el mercurio-, para captar con mayor profundidad esos conceptos que no son análogos pero si contrapuestos en los minerales.

Ampliación de la estrategia:
De lo señalado en el punto anterior no podemos menos que inferir que la Analogía, como estrategia de enseñanza, no tendríamos que fundamentarla solo en cosas o circunstancias de semejanza positiva, es decir, que se parezcan, pudiéramos utilizar lo que podríamos definir como semejanzas negativas, características que se contrapongan, que sean diametralmente opuestas, en si, diferentes.
Alguien pudiera decir que entonces no estamos en presencia de la analogía sino en otro estrategia, pudiera ser cierto, sería una situación de definición y clasificación de acuerdo al contenido, en tal situación pudiéramos ampliar la tipología de las estrategias o en todo caso considerarla como un sub-grupo de la analogía, es decir, ésta se podría dividir en Analogía: a) positiva y b) negativa.

Redefinición:
El texto presentado define la Analogía como: “…una proposición que indica que un objeto o evento es semejante a otro (Curtis y Reigeluth, 1984; Glynn, 1990)”, ésta definición hace mención del concepto como relación de semejanza o de igualdad, en una correspondencia directa y biunívoca con el significado semántico de la palabra Analogía, ahora bien, en vista de la anterior reflexión, considero que esta Estrategia de Enseñanza se podría ampliar a esos casos de comparación, no ya de semejanzas –analogías-, sino de contraposición a ciertas característica o ideas de conocimiento previo por parte de los destinatarios de tal estrategia. Lo anterior queda plenamente justificado ya que, al igual que ver las relaciones de semejanzas entre dos ejemplos, uno conocido para comprender en él desconocido las desconocidas por su similitud con el primero, igual resultado, e incluso mayor, lo obtenemos al contraponer relaciones completamente antagónicas, ejemplo, para revelar la importancia de la libertad podemos exponer los vicios de la esclavitud, esto sería una analogía negativa, u otra estrategia diferente de acuerdo al convenio que se llegue.

Analogía como estrategia de enseñanza:
Visto lo anterior, considero que la Analogía como estrategia de enseñanza “es una técnica que presentando algo conocido y entendido por los alumnos, éstos puedan captar y entender algo desconocido mediante la contraposición de sus semejanzas y/o diferencias”.

Desarrollo de la estrategia:
De la definición supra transcrita se pueden extraer ciertos puntos determinantes e importantes en la aplicación de misma: a) Debe ser algo conocido y entendido por los alumnos, independientemente si lo que se presenta primero es lo conocido o lo desconocido, en todo caso una proposición debe ser conocida y entendida para lograr la comprensión de la otra. b) El conocimiento se vislumbra a través de la contraposición de ambas proposiciones, sean semejantes o antagónicas, en todo caso una conocida y relacionada con la otra por medio del vínculo conectivo adecuado, es decir, en caso de analogía positiva: “es semejante a”, “se parece en”, en el caso de la negativa: “difiere en”, “opuesto a”.

Continuación:
No considero necesario continuar con el desarrollo del tema por estar bien explicado en la literatura aportada, la cual se puede considera como aquí reproducida y en consecuencia no tendría ningún valor el transcribirla de nuevo.

Una analogía para un tema de su área de competencia académica:
En caso particular, que aún no soy docente formal no pudiera más que inventar una.
-Para poder entender el efecto explosivo de la Resonancia en una estructura civil (edificación), originada por la identidad de la frecuencia de vibración que transmite, a través del suelo, la onda sísmica, con el modo de vibración que posee la estructura, determinada ésta última por su geometría, la podemos comparar con el efecto que se produce en una copa de vidrio cuando igualamos la frecuencia de un sonido determinado con la misma frecuencia de vibración que posee la copa, al igualarse, la copa entra en resonancia y estalla. De igual manera se puede explicar el hecho cierto de un puente, por el que por mucho tiempo habían pasado cargas exageradamente pesadas y nunca había colapsado, basto que pasara una formación ordena de soldados marchando en sincronizada formación, de manera que sus pisadas firmes se producían a una determinada frecuencia que al ser igual a la frecuencia del modo de vibración del puente, éste entró en resonancia y colapso de manera explosiva.


Manuel A. Azancot C.

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