miércoles, marzo 22, 2006

La motivación en el Aula

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
Vicerrectorado Académico
Sistema de Actualización Docente del Profesorado
SADPRO-UCV

PROPUESTA PARA MEJORAR LA MOTIVACIÓN EN EL AULA

Manuel A. Azancot Carvallo

INTRODUCCIÓN: Considero, en lo personal, que el aula vista como una entidad autónoma, considerada como el lugar, independiente de su ubicación o forma, en el cual en un momento dado se desarrolla el proceso de la enseñanza, está conformada básicamente por dos elementos: 1.- Humano y 2.-Físico o Material, siendo que el primero estaría constituido por: 1.1.- Alumnos y 1.2- Profesor o Facilitador, y el segundo por: 2.1.- El aula propiamente dicha y 2.2.- El entorno en general, que a su vez lo conformarían: 2.2.1. El entorno académico y 2.2.2.- El entorno personal, visto esquemáticamente:


De lo anterior podemos observar que la motivación vista como un elemento esencial de la comunicación didáctica no puede ser considerada aisladamente sino como conformada y conformadora de un todo, en lo humano tanto de y para los alumnos como para los docentes y que debe a su vez formar parte o valerse del entorno, tanto previo como al momento del desarrollo de la comunicación didáctica, sea cual sea el medio que se utilice.
Sin embargo no podemos perder de vista que el fin último de la motivación, a mi criterio, como elemento del proceso didáctico es activar en el alumno el interés por las metas establecidas tanto por él como por el objetivo del diseño curricular del curso, tratando en lo posible de lograr la mayor congruencia posibles entre ambas metas a objeto de evitar dispersión de esfuerzo y por ende el logro del objetivo académico deseado por ambos –alumno/academia-, desarrollando de esa manera en el alumno su auto-estima y habilidades para el estudio efectivo en función de una adecuada planificación y auto-evaluación.
Para el logro del fin supra descrito es necesario que el docente (profesor/facilitador) como director y responsable de la efectiva comunicación didáctica en el proceso de la enseñanza-aprendizaje posea y utilice las estrategias, métodos y medios adecuadas según sea el objetivo académico proyectado o establecido, objetivo que no debe perder de vista, por lo que la propuesta que aquí presento está dirigida básicamente hacia el docente y el elemento físico o material del aula, haciendo abstracción en lo posible del elemento Alumno como receptor y beneficiario de los objetivos buscados con la presente propuesta.
QUE ES LA MOTIVACIÓN: Independiente de los conceptos meramente semánticos que podemos hallar con facilidad en cualquier diccionario, debemos contextualizar lo que entendemos como Motivación dentro el ámbito de la enseñanza, en tal sentido “en el plano pedagógico motivación significa proporcionar o fomentar motivos, es decir, estimular la voluntad de aprender” , de ésta acertada y concreta definición podemos apreciar que la motivación está integrada por dos aspectos o factores, uno externo –proporcionar o fomentar- y otro interno –voluntad-, en el presente trabajo nos enfocaremos solo en los factores externos, es decir, los relacionados con el docente y su entorno, abstracción hecha de los alumnos como objeto y fin de la motivación (Cuadro No 1), visto desde una perspectiva cognitiva, es decir, viendo al alumno, como ya hemos dicho, destinatario de las estrategias de motivación instruccional, por lo que debemos buscar que el alumno consiga significado, sentido y satisfacción de todo lo relacionado con su actividad académica y que sienta que todo esto está en una relación biunívoca perfecta entre las metas que se ha trazado y el objetivo curricular de la cátedra dictada, además que esté acorde, o que al menos así lo sienta, con sus creencias y expectativas.
Lo anterior no significa que debemos descuidar o no es importante la motivación interna o intrínseca, sino que ésta es la destinataria u objetivo a activar por la externa o extrínseca la cual efectivamente manejamos y podemos dirigir hacia el logro del fin deseado por medio de estrategias adecuadas.
RESPONSABILIDADES MOTIVACIONALES: Como ya hemos señalado, nos ubicamos e identificamos dentro de un enfoque cognoscitivista por lo que debemos fomentar es la motivación intrínseca, para lo cual debemos hallar y establecer estrategias extrínsecas para lograr la primera. Por tal razón no estamos de acuerdo con los sistemas tradicionales de evaluación por exámenes que no hacen otra cosa que manipular o torcer el comportamiento del alumno no hacía el logro de las metas que se pudiera trazar, sino hacía extraer de él cualquier motivación intrínseca derivada de sus metas y/o creencias hacía la satisfacción de motivaciones extrínsecas como son la simple aprobación del examen, desechando casi por completo, o al menos en una forma inconsciente, todas las intenciones, pensamientos, expectativas, sueños y esperanzas que se pudiera haber trazado en función de sus metas planteadas de acuerdo o en consonancia con sus creencias.
De tal manera y dentro de este enfoque cognoscitivista la función del docente debe ser, entre otras, la de inducir o activar en los alumnos la motivación instruccional, o motivación por el aprendizaje adecuado para su real y efectiva enseñanza, de manera tal que pueda aplicarlos de manera voluntaria y efectiva a sus actividades académicas, les vea sentido práctico al poder proyectar dicho aprendizaje en su beneficio personal y desenvolvimiento social.
Por tal razón, una motivación adecuada y favorable para el estudio depende en gran medida de las estrategias del profesor ya que: “Él es quien decide que información presentar, cuando y como hacerlo; qué objetivos proponer; qué actividades planificar; qué mensajes dar a los alumnos, antes, durante y después de las diferentes tareas; como organizar las actividades, -de forma individual, cooperativa o competitiva-; qué y cómo evaluar; cómo comunicar a los alumnos los resultados de las evaluaciones; qué uso hacer de la información recogida”.
FACTORES PARA LA MOTIVACIÓN: Los factores que influyen en la motivación son, de acuerdo al elemento del cual provengan, a saber :
Factores relacionados con el profesor:
1. Actuación pedagógica
2. Manejo interpersonal
3. Mensajes y retroalimentación con los alumnos
4. Expectativas y representaciones
5. Organización de la clase
6. Comportamiento que modela
7. Formas en que recompensa y sanciona a los alumnos
Factores contextuales:
1. Valores y prácticas de la comunidad educativa
2. Proyecto educativo y currículo
3. Clima de aula
4. Influencias familiares y culturales
Factores instruccionales:
1. La aplicación de principios motivacionales para diseñar la enseñanza y la evaluación
Para poder establecer o diseñar estrategias adecuadas para la motivación instruccional o motivación por el aprendizaje debemos atender los factores de los cuales ella depende.
ESTRATEGIAS MOTIVACIONALES: Considero adecuado, de lo anteriormente expuesto de manera sucinta y dentro del enfoque cognoscitivista, plantear el establecimiento de estrategias para la motivación extrínseca del alumno en vista de influenciar o activar su motivación intrínseca, tomando en consideración los factores tomados de la referencia señalada en el punto inmediato anterior, en tal sentido utilizaremos la misma tipología: 1.- Factores relacionados con el profesor, 2.- Factores contextuales y 3.- Factores instruccionales.
1.- Factores relacionados con el profesor:
El profesor debe tener una destacada actuación pedagógica, por muy innata que sea esa cualidad en él, siempre será perfectible y esto solo se logra con una adecuada preparación. En tal sentido se requerirá, primeramente, que posea una adecuada y efectiva comunicación, es decir, que haya una congruencia exacta y especifica entre su pensamiento (conocimiento a transmitir) y el mensaje codificado que transmita por cualquier medio y que a su vez el receptor pueda decodificar ese mensaje y logre obtener una comprensión lo más ajustada al pensamiento original del emisor, es decir, logre interpretar ese mensaje.
Debemos entonces entender como se desarrolla el proceso de comunicación, cuales son sus pasos y los elementos para transmitir exteriormente las ideas expresadas. En relación con este punto conviene distinguir los siguientes elementos:
1º La expresión en su aspecto físico (el signo sensible; la articulación de sonidos en el lenguaje hablado, los signos escritos sobre el papel, etcétera). Es la manifestación física apreciable y externa de la voluntad del sujeto, materializada por medio de los signos sensibles y perceptibles, tales como la articulación de sonidos en el lenguaje hablado, los signos escritos, signos gráficos, etc. Atrapa y muestra la voluntad interna. Debe existir una correspondencia biunívoca entre la voluntad interna y lo representado externamente por medio de los símbolos empleados en la expresión, por lo que se deben utilizar y agrupar en su correcta y aceptada sintaxis los signos que expresen claramente dicha voluntad.
2º La significación.. Es lo que la expresión significa, es el sentido de la misma. Pareciera que la significación es el objeto a que la expresión se refiere, pero no es así, porque entre la expresión y el objeto hay un elemento intermedio: la significación. Es el sentido que se extrae de la expresión, es el elemento intermedio, el vínculo, entre la expresión y el objeto. Transmite la voluntad. No se debe confundir con el objeto, lo que se interpreta no es la materialidad de los signos, sino el sentido de los mismos, su significación, ya que estos solo se traducen.
3º El objeto. Es el fin deseado, debe ser la materialización final de la voluntad del sujeto, se puede intuir, se debe apreciar intelectualmente. Se diferencia de la significación, ésta es lo que se desea en la voluntad, aquel es la materialización de ella. La necesidad de distinguir la significación del objeto resulta clara cuando, después de comparar diversos ejemplos, nos percatamos de que varias expresiones pueden tener la misma significación, pero objetos distintos; o de que es posible que tengan significación diferente, pero el mismo objeto. Naturalmente que existe también la posibilidad de que difieran en ambos sentidos o en ambos coincidan. Lo último ocurre en el caso de las expresiones tautológicas, por ejemplo, tratándose de denominaciones con igual significado, tomadas de diversas lenguas (London, Londres, dos, deux, zwei, duo, etc.).
Esquemáticamente tenemos:

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

Los elementos del proceso comunicacional no siempre están correlacionados unos con otros, pueden carecer de una relación intuitiva entre la expresión y el objeto, podemos apreciar esto estudiando a cada uno de los elementos referidos a los otros (expresión, significado, objeto), la voluntad no es un elemento de la comunicación, es su motor, después de expresada escapa de su control, se requeriría otro acto comunicacional, para modificar esa voluntad, requiere de otra expresión.
a) Por la expresión: Hay expresiones diferentes, es decir, estructurada con signos diferentes, que pueden sin embargo tener el mismo sentido, tal es el caso del letrero en un baño con la palabra “Caballeros” o el dibujo de un hombre. Se habla entonces de expresiones sinónimas.
El caso inverso también es posible: expresiones iguales con significaciones diferentes (equívocos), ejemplo el aviso con una flecha apuntando hacía arriba, en una vía indica seguir hacía adelante, en una escalera subir, la palabra gato en un consultorio veterinario y en un taller mecánico.
b) Por la significación: Por ejemplo existen expresiones que no encierran o contienen ninguna significación, tal es el caso de palabras sin ningún sentido ni relación con la realidad, como Abracadabra, en este caso tampoco hay objeto, ni intuición, no es el caso de las palabras o gestos de exclamación, dolor, alegría, etc., los cuales si representan o significan algo. Otras veces la expresión posee un significado y corresponde a un objeto, pero relativamente a éste no hay una intuición sensible: objetos irreales, por ejemplo: infinito, espectro, un número abstracto aislado.
c) Por el objeto: Pueden existir expresiones correctamente estructuradas que no obstante teniendo sentido, no se puede materializar un objeto determinado. Ejemplos: cuadrado redondo, triángulo de ocho lados, subir para abajo.
d) De la significación y el objeto: Tal es el caso de las expresiones llamadas equivalentes, las cuando son, siendo diversas las significaciones, se refieren al mismo objeto. "Los ejemplos más claros de la distinción entre significación y relación con el objeto nos los brindan los nombres. Dos nombres pueden significar cosas diferentes, pero designar lo mismo; así, por ejemplo, el Vencedor de Jena, el Vencido de Waterloo; el triángulo equilátero, el triángulo equiángulo. La significación expresada es diferente en esas parejas, pero sus términos se refieren a un mismo objeto."
Vemos la importancia del dominio del lenguaje formal a objeto de tener una perfecta congruencia entre lo que se piensa y lo que se cree que se dice, tanto sea la comunicación verbal o no, por lo que cualquier estrategia motivacional fallará si la comunicación no es efectiva en los términos descritos, lo cual obliga al perfeccionamiento del docente en la practica del lenguaje como punto previo e indefectible de cualquier estrategia para activar la motivación intrínseca del alumno.
Como consecuencia, o con fundamento en la adecuada utilización de la anterior, debemos considerar como segunda estrategia el desarrollo de una debida relación interpersonal. Ahora bien, nadie puede dar lo que no tiene, ni conocer las características y debilidades de sus semejantes si no conoce las suyas. Los humanos nos diferenciamos del resto de los animales, entre otras cosas, por que pensamos, sentimos y actuamos en consecuencia, no solo por instintos. La diferencia en las intensidades de estos tres factores, pensar, sentir, actuar, determinan en gran medida las características de la personalidad individual, hay en quienes prevalece el pensar y son de personalidad más racional, quienes en el que el sentir domina su conducta siendo por lo tanto menos racionales y más emocionales, mientras que otros actúan aún sin ni siquiera pensar, al menos en forma conciente, siendo por lo tanto más intuitivos. El docente debe conocer cuales son sus potencialidades de manera de poder utilizarlas a favor del objetivo motivacional propuesto, y de cultivar las menos potenciadas. Esto se logra con una adecuada comunicación intrapersonal, manteniendo constantemente un dialogo interno, tratando de conocerse en forma sincera a si mismo. No somos iguales, cada quien posee su propia identidad, la cual se ha construido en función de nuestras propias vivencias, las cuales conforman y se conforman de nuestras creencia en ese eterno proceso de retroalimentación, somos producto de nuestra historia, todos estos factores configuran nuestra identidad la cual debemos conocer ya que actuaremos de acuerdo a ella, nuestros actos delataran nuestras forma de ser, como bien lo señala la Profesora Aura Quiroz, “nuestros cuerpos son chismosos”, ya que como veremos posteriormente, la postura corporal, el tono de voz, los gestos y apariencia facial forman parte integral de la comunicación integral.
Para lograr ese dialogo intrapersonal debemos ser excelentes observadores, lo más objetivos posibles, de nuestra propia intimidad, identificar nuestra identidad y conocer nuestra personalidad.
Debemos saber interpretar esa observación, las cosas las vemos no como realmente son, sino como las interpretamos. Basándonos en lo definido en forma genérica podemos afirmar que interpretar una idea o una voluntad es descubrir el sentido que ésta enclaustra en la expresión de la misma.
La interpretación en su desarrollo sigue el camino opuesto al del emisor (humano o naturaleza). La idea, en el caso de la comunicación, pasa por una serie de vicisitudes, hasta llegar a obtener la forma gramatical (signos) en que está redactada o representada (expresión); pues bien, el que interpreta sigue el camino a la inversa, partiendo de la letra del mensaje (expresión, signos), va a parar a la idea primitiva del autor, para luego darle la significación que éste deseó, por ello podemos definir la interpretación como la operación o conjunto de operaciones por la que se reconstruye el pensamiento que tuvo el emisor, se determina el contenido de ésta y se marca sus sentidos.

Esquemáticamente tenemos:

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN



Las ideas y los objetos los percibimos, los apreciamos como una forma de expresión. Tal expresión suele ser el conjunto de signos escritos sobre el papel, siendo que lo que se interpreta no es la materialidad de los signos (traducción) ni el objeto a que éstos se refieren, sino el sentido, su significación. Ésta última no ha de confundirse con el sentido del objeto.
Somos el resultado de nuestras acciones, pero estas acciones están determinadas por la interpretación que hagamos de nuestras observaciones,



Esta observación, en los términos antes descritos, es lo que configura la comunicación intra-personal, es decir ese dialogo interno para conocer nuestras potencialidades y/o debilidades de manera de poder establecer una adecuada comunicación Inter-personal que nos permita aplicar adecuada y efectivamente las estrategias motivacionales según el caso concreto.
Ahora bien, esta comunicación Inter.-personal se materializa mediante el lenguaje exteriorizado por cualquier medio, contextualizado de acuerdo a la propia identidad, a su individualidad, la comunicación se materializa de acuerdo fundamentalmente a tres aspectos: 1.-El lenguaje, 2.- La corporalidad y 3.- La Emocionalidad.
El lenguaje es la representación externa del pensamiento, para que sea considerado como tal (lenguaje) debe configurar un sistema de códigos predeterminados y universalmente aceptados por el target a quien se dirige, nos permite describir como apreciamos nuestra realidad, por lo que más que describir realidades crea imágenes desde nuestra apreciaciones y creencias. Como ya señalamos ampliamente, la descripción de esas realidades propias es el objeto de la interpretación. La corporalidad es un concepto amplio, va más allá de la simple apariencia física del emisor (docente en este caso), puede complementar al lenguaje hablado o tener significado por sí mismo (señal del policía de tránsito), en el primer caso para que la comunicación sea efectiva debe haber una congruencia entre el lengua corporal y el verbal, el tono de voz, el contacto visual, la postura son solo algunos de los elementos que pudieran ayudar a darle un sentido particular al lenguaje, es decir, un determinado comportamiento corporal pudiera darle una significación diferente. La emotividad determina los resultados futuros ya que influyen directamente sobre las acciones y por tal motivo afectan el significado del lenguaje.
En conclusión de lo dicho hasta este momento para los Factores relacionados con el profesor tenemos que éste, el docente, requiere tener la capacidad de establecer una adecuada comunicación para con sus alumnos, y esta se logra por medio de una eficiente relación Inter-personal que solo podrá entender y aplicar si conoce su propio ser por medio de ese dialogo interno o comunicación intra-personal; para llegar ese efectivo dialogo consigo mismo o interno debe tener la suficiente abstracción y objetividad de poder interpretar sus creencias devenidas de ese proceso histórico personal según los principios señalados anteriormente.
Cualquier estrategia de motivación por el aprendizaje debe entonces tener presente el desarrollo del docente en esos tres aspectos señalados y descritos: la comunicación intra-personal para conocer sus capacidades y limitaciones, la intra-personal para relacionarse con otras personal y la comunicación como un todo para transmitir las ideas que conforman sus pensamientos, sus conocimientos.
Adicionalmente de esos factores que involucran directamente al docente en lo personal, también debemos considerar como factor importante de motivación las formas de evaluación, recompensas y castigos que establezca a sus alumnos. Visto como ya hemos señalado, desde una perspectiva cognoscitiva, el sistema de evaluación por exámenes pudiera cambiar la motivación originaria que se habría planteado el alumno, como sería la obtención del conocimiento por el de simplemente pasar el examen, por el solo hecho de pasarlo para cumplir el objetivo académico y no para la obtención del conocimiento deseado a los fines de la satisfacer cualquier necesidad social. No siendo materia de este trabajo y debido a la complejidad que estimo sería el tratar el tema de una evaluación diferente a los exámenes, considero que efectivamente habría que buscar otro método que permita determinar el grado de conocimiento adquirido por el alumno a los fines de justificar la aprobación. De esa manera se estaría consiguiendo el objetivo de lograr una debida motivación y a la vez determinar si los conocimientos han sido aprehendidos por el alumno, todo sin necesidad de la evaluación odiosa que podría cambiar la motivación por el aprendizaje.
2.- Factores contextuales: Entre estos factores tenemos el adecuado diseño curricular, el cual esté en sintonía con las metas y expectativas del alumno, por lo que para establecer un programa efectivo de motivación por el aprendizaje se debe revisar el contenido del programa académico a objeto de actualizarlo a las cambiantes realidades y exigencias que necesita el medio social.
No puede haber ni durar en el tiempo una adecuada motivación si el Clima de Aula no es el adecuado a las exigencias y necesidades académicas, por tal razón cualquier programa de de mejoramiento para activar la motivación en el alumno debe considerar el aula como el medio imprescindible para la comunicación educacional y a la vez estar interrelacionada con el resto de la comunidad educativa la cual igualmente deberá estar acorde a las expectativas de los alumnos, por tal razón cualquier programa motivacional debe considerar igualmente a la comunidad educativa como un todo.
3.- Factores instruccionales: Es el desarrollo profesional y armónico de todos los factores y principios aplicable a la enseñanza y al sistema de recompensas y sanciones instituidos al sistema de aprendizaje al caso en particular, es la retroalimentación del sistema motivacional aplicado al caso concreto.

No hay comentarios.: